MISERY o las miserias del lector y el escritor

05.03.2019

Qué duro es el oficio de escritor, escritor de novelas de amor, de esas en el estilo de Daniele Steele. Y si no que se lo digan al bueno de Paul Sheldon (James Caan) en la película 'Misery'(Rob Reiner, 1990)

Imagina que eres un escritor al que la crítica da la espalda pero que el común de los lectores, concretamente lectoras, alaba. Acabas de terminar la que será tu última novela, asesinando a la protagonista de la saga de novelones que te han aupado a la fama porque quieres cambiar de registro y que la crítica se ponga de tu parte, para que te tomen como lo que eres, un buen escritor que merece premios y tal.

De vuelta a la ciudad, desde el retiro en el que acoges la inspiración necesaria para escribir, tienes un accidente causado por la ventisca y quién si no va a salvarte que tu mayor admiradora, esa que ha leído todos tus libros: Annie Wilkes (Kathy Bates). ¿Pura casualidad (como diría la poeta Sara Zapata) o previsión fatal..?

Lo que parece una breve estancia como invitado de lujo en la casa de Annie Wilkes (que para colmo, es enfermera), se convertirá con el paso de los días (y los meses), en un secuestro. Este es el caso más extremo de aquella definición que bien acuñó en su día un tal André Maurois: los cronófagos. Que no son más que aquellos individuos o individuas que se dedican a devorar el tiempo de los escritores.

Basada en la novela de Stephen King, no me pararé en opinar la calidad de sus obras, si me gustan o no. Lo que sí, es que esta película era la segunda adaptación cinematográfica que del autor de 'Carrie', 'El Resplandor' o 'Christine', realizaba Rob Reiner. Antes fue 'Stend by me', en 1987, basada en el cuento de King, 'The body' (1982), en el que el pueblo en el cual se citan los hechos, Castle Rock, a la postre daría nombre a la productora de Reiner: «Castle Rock Entertainment».

Esta, 'Misery', fue la primera incursión en cine de la también actriz de teatro Kathy Bates. Y con ello se alzó con su único Óscar a la mejor actriz. No cabe duda de que el personaje de Annie Wilkes es una perfecta reencarnación del mal, el lado oscuro del hombre (en este caso, mujer). Una psicópata y obsesiva fanática lectora de las novelas de Sheldon.

Paul Sheldon es encarnado por James Caan, hasta entonces actor de carácter que ya demostrara sus dotes de tipo duro en 'El Padrino', 'Rollerball', 'Los aristócratas del crimen', o 'El jugador', y que para nada deja el listón bajo. Al revés, fue un plus para llevar hasta las últimas consecuencias a su personaje.

Para concluir citaré un verso de Miguel Hernández que dice: "Yo sólo soy yo, cuando estoy solo", y así es. Los escritores, aunque el buen decálogo del escritor de Hemingway rece en uno de sus apartados que este ha de mezclarse con la vida, lo que sí es verdad es que uno es él cuando está en soledad.

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